Secuencia Video Endoscópica 2 de 7.
Se observa una de las erosiones apreciada con endoscopio
con magnificación.
La gastritis aguda erosiva o ulcerada se observa principalmente en dos situaciones:
1. Secundaria a cuadros patológicos graves con repercusión multiorgánica: estrés, shock, sepsis, lesiones graves del sistema nervioso central.
2. Secundaria a ingestión de alcohol, ácido acetilsalicílico, antiinflamatorios no esteroidales
Morfología: Mucosa gástrica hiperémica, edematosa, con petequias dispersas, erosiones e incluso úlceras.
Patogenia: se han propuesto los siguientes mecanismos, aunque no se demuestran en todos los casos: hipersecreción de ácido clorhídrico, modificaciones microcirculatorias inducidas por el shock o la sepsis que determinan isquemia, menor producción de mucus, déficit de prostaglandinas (los antiinflamatorios inhiben su síntesis).
Evolución: cuando es secundaria a enfermedades graves, a veces constituye un fenómeno agónico terminal; en general pasa inadvertida. En algunas ocasiones, las lesiones erosivas o ulceradas pueden sangrar o , rara vez, perforarse. Cuando cede el fenómeno inflamatorio, las erosiones curan por regeneración de la mucosa. Las úlceras curan por tejido granulatorio (que deja una cicatriz a menudo imperceptible) y regeneración de la mucosa. |